miércoles, 18 de noviembre de 2015

EL BARBERO DEL PAPA (Velázquez)




  El 18 de Noviembre del 2003, elcuadro de Velazquez "El barbero del Papa", pasa a formar parte del Museo del Prado por el módico precio de 23 millones de euros.

El retrato de Ferdinando Brandani, antes conocido como Retrato de hombre, el llamado barbero del Papa, fue pintado por Velázquez hacia 1650. Se conserva actualmente en el Museo del Prado de Madrid, después de haber permanecido mucho tiempo en una colección particular estadounidense.

HISTORIA DEL CUADRO

Hasta su identificación por la historiadora Francesca Curti se consideraba que el retratado era un personaje de la corte papal de Inocencio X que en un principio se identificó con un bufón para posteriormente pasar a ser considerado como el barbero del papa. El ropaje que luce apoyaba tal suposición, pues el cuello sencillo no es propio de un cardenal o alto cargo de la Iglesia. Antonio Palomino y Velasco, biógrafo de Velázquez, reseñó que durante la estancia del pintor en Roma éste retrató «a Michel Angelo Augurio, barbero de Su Santidad»; generalmente se suponía que el personaje de este retrato era Augurio, aunque los críticos no lo titulaban como tal por prudencia. Ferdinando Brandani en realidad ocupaba el cargo de oficial mayor de la secretaría del Papa.

Antonio Palomino  menciona en El Parnaso español, pintoresco y laureado, dentro del tercer tomo de su libro El museo pictórico y escala óptica, publicado en 1724: «Retrató al Cardenal Panfilio, a la ilustrísima señora doña Olimpia, a Monseñor Camilo Máximo, camarero de su Santidad, insigne pintor, a Monseñor Abad Hipólito, camarero también del Papa, a Monseñor, mayordomo de su Santidad, y Monseñor Miguel Angelo, barbero del papa, a Ferdinando Brandano, oficial mayor de la Secretaría del Papa, a Jerónimo Bibaldo, a Flaminia Triunfi, excelente pintora. Otros retratos hizo, de los cuales no hago mención, por haberse quedado en bosquejo, aunque no carecían de semejanza a sus originales: todos estos retratos pintó con astas largas, y con la manera valiente del gran Tiziano, y no inferior a sus cabezas; lo cual no dudará, quien viere las que hay de su mano en MadridEl cuadro permaneció inédito durante más de 200 años, hasta que hacia 1909 se exhibió en el Reino Unido; se conservaba en una mansión del país. Fue publicado como original de Velázquez por el experto August L. Mayer en 1936, y pasó a manos de la familia Wildenstein, famosos marchantes de arte. Los Wildenstein guardaron la obra durante décadas y fueron quienes la vendieron en 2003 al gobierno español, por 23 millones de euros.

La autenticidad del cuadro no se pone en duda; se incluyó en la exposición antológica de Velázquez celebrada en el Prado en 1990, muchos años antes de su adquisición. A pesar de su elevada cuantía, la compra se justificó porque el Prado carecía de ejemplos velazqueños de la segunda etapa italiana (1649-51); los pocos que se conocen se hallan en Italia, Gran Bretaña y Estados Unidos.

Destaca en la pintura, de pequeño tamaño, el aire de intimidad y verismo que supo dar Velázquez a la efigie del caballero, centrándose en la descripción del rostro y dejando el resto de zonas en penumbra, pintadas con tonos neutros. El cromatismo del cuadro es de gran sobriedad, teniendo como protagonistas el negro, el blanco del cuello y una gama de matices grises y rosados.


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