Vista meridional (plaza de la Reina): Micalet, puerta de los Hierros, cimborrio y exterior de la capilla del Santo Cáliz.
Los siglos del renacimiento (XV-XVI) influyeron poco en la ya consolidada arquitectura pero mucho en la decoración pictórica, como la del altar mayor, y escultórica, como la de la capilla de la Resurrección.
![](https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/d/d4/Interior_del_crucero_de_la_catedral_de_Valencia%2C_Espa%C3%B1a%2C_Spain.JPG/220px-Interior_del_crucero_de_la_catedral_de_Valencia%2C_Espa%C3%B1a%2C_Spain.JPG)
Los arcos góticos del crucero fueron enmascarados con arcos clásicos. También se decoraron las pechinas del cimborrio, con estucos.
De la etapa barroca destaca que en 1703 el alemán Konrad Rudolf proyectó e inició la puerta principal de la catedral, conocida como de los Hierros por la reja que la rodea. A causa de la Guerra de Sucesión no la pudo acabar, y fueron principalmente los escultores Francisco Vergara e Ignacio Vergara los que lo hicieron. Al ser su planta curva, el paramento cóncavo que origina creaba un singular y estudiado efecto de perspectiva, desvirtuado durante el siglo XX a causa del derribo de los edificios adyacentes (antigua calle de Zaragoza) para ampliar la plaza de la Reina.
Desde el último tercio del siglo XVIII se puso en marcha un proyecto de renovación del edificio, cuya intención era dotarlo de un aspecto neoclásico homogéneo, rehuyendo del estilo gótico que entonces era considerado obra de bárbaros. La obra empezó el 1774 y corrió a cargo del arquitecto Antoni Gilabert Fornés. La remodelación neoclásica afectó tanto a elementos constructivos como ornamentales: los pináculos exteriores del templo fueron eliminados, las azoteas ocultas por tejados, y la estructura gótica (incluyendo ventanales con vitrales), enmascarada por estucos, dorados y otros elementos pseudoclásicos.
El 1931 fue declarada monumento historicoartístico, pero durante la Guerra Civil Española fue incendiada, razón por la que se perdieron parte de sus elementos artísticos. El coro, situado en la parte central, fue desmontado en 1940 y trasladado al fondo del altar mayor. Los órganos, que habían sufrido importantes daños durante el conflicto bélico, no fueron reconstruidos.
Asimismo en 1970 las llamadas Casas de los Canonges(Casas de los Canónigos), construcciones adosadas en las capillas exteriores en la calle del Micalet, fueron derribadas para devolver a la catedral su aspecto anterior, al mismo tiempo que la aligeraban de elementos de escaso o nulo valor arquitectónico.
En 1972 se emprendió la tarea de repristinación de la catedral, que significó la retirada de casi todos los elementos clásicos, para recuperar el aspecto gótico original. Solo quedó como decoración clásica la mayor parte de las capillas laterales y de la girola, y algunos elementos puntuales, como las esculturas sobre las pechinas del cimborrio.
En la actualidad presenta, después de varias limpiezas, un buen estado de conservación, especialmente después de la exposición llevada a cabo el 1999 con el nombre la Luz de las Imágenes [4]. El templo está declarado Bien de Interés Cultural por parte del Consell de la Generalitat Valenciana.
EXTERIOR DE LA CATEDRAL
La puerta de l’Almoina o del PalauEditar
La puerta de l’Almoina, llamada así por ser vecina a la ya desaparecida casa de l’Almoina (la limosna), donde se daba socorro a los necesitados, es la más antigua de la catedral. También es conocida como Puerta del Palau por su vecinaje con el palau o palacio arzobispal. De estilo románico, constituye un elemento claramente diferenciado del resto de la catedral, que es principalmente gótico. Algunos autores la consideran de 1262-1270, obra de Arnau Vidal, pero por su estilo primitivo otros la remontan al 1240, inmediatamente después de la conquista del Reino de Valencia de 1238. El hecho de que esté encarada al este, mirando hacia la Meca, sugiere que allí mismo se encontraba el mihrab de la antigua mezquita.
![](https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/c/c7/Almoina_abril.jpg/220px-Almoina_abril.jpg)
Puerta de l’Almoina.
Su estilo románico con influencia mudéjar es de tipo leridano.[7] De hecho, por su similitud a la puerta dels Fillols de la Catedral de Lérida, hecha hacia el 1220, algunos ven la mano de algún maestro leridano en su construcción. Tal es la vinculación de esta puerta con Lérida que, por encima de la arcada hay esculpidos en piedra las cabezas de siete matrimonios leridanos que, según la tradición, representarían los repobladores fundacionales de la nueva ciudad cristiana, que vinieron a Valencia acompañados de trescientas doncellas leridanas con el fin de casarlas con los soldados que habían luchado en el lado de Jaime I.[8]
Por debajo de éstas cabezas, que aún conservan restos de policromía, figuran en una inscripción los nombres de los repobladores:
En Pere am [b] Na Maria, sa muller; En Guillem am [b] Na Berenguera, sa muller; En Ramon am (b) Na Dolça, sa muller; En Francesc am [b] Na Ramona, sa muller; En Bernat am [b] Na Floreta, sa muller; En Bertran am [b] Na Berenguera, sa muller; En Doménec am [b] Na Ramona, sa muller. | Don Pedro con Doña Maria, su mujer; Don Guillermo con Doña Berenguera, su mujer; Don Ramón con Doña Dolça, su mujer; Don Francisco con Doña Ramona, su mujer; Don Bernardo con Doña Floreta, su mujer; Don Bertrán con Doña Berenguera, su mujer; Don Doménec con Doña Ramona, su mujer. |
PUERTA DE LOS APÓSTOLES
Nada más pasar la Obra Nova a nuestra izquierda se encuentra la puerta de los Apóstoles, llamada así por las estatuas de los doce apóstoles que alberga. De estilo gótico francés, contrasta notablemente con la puerta románica de l'Almoina con que confronta a la otra parte del crucero. Se sabe que en su construcción trabajó Nicolás de Ancona o de Autun desde 1303 y que en 1354ya estaba acabada. Fuera quien fuere su autor, era un mal conocedor de la piedra del país, pues empleó una de tipo quebradizo que se degradó con rapidez y que obligó a continuas reparaciones, ya documentadas en el siglo XV. Durante los años 1960 la puerta fue completamente restaurada y las figuras originales -en muy mal estado de conservación- fueran expuestas en el museo de la catedral y sustituidas por copias, que son las que hoy decoran la puerta.[12]
La puerta se abre abocinada sobre un muro resaltado que le sirve de encuadramiento. Consta de tres arquivoltas ojivales decoradas, respectivamente, con catorce estatuillas de ángeles (la interior), dieciséis de santos y dieciocho de profetas (el exterior), colocadas unas sobre las otras, siguiendo la dirección de los arcos y cada una con sus correspondientes doseletes. Todas estas figuras, en total 48, estaban policromadas.
Estas tres arquivoltas se apoyan sobre seis doseletes -tres a cada lado- que protegen seis estatuas de apóstoles apoyados, a su vez, sobre pilares de sección prismática triangular cuyas caras se decoran con cuadrifolios con esfinges de la virgen y del Arcángel, en relieve, y varios escudos del rey, familiares (como los Borja o los Centelles) y gremiales. Los otros seis apóstoles aparecen situados fuera del arco, pero sobre idénticos pedestales. En el ángulo que forma la puerta con el muro de la iglesia, a ambos lados, aparecen, en sendos doseletes góticos, las estatuas de San Sixto y San Lorenzo y de San Valerio y San Vicente Mártir. Los batientes o hojas de las puertas, los clavos y los herrajes de la puerta son originales de 1438.
La arquivolta queda enmarcada por un gablete abonado por arquerías ciegas con estatuas. En la parte superior de la fachada, también dentro de un gablete, se abre un gran rosetónde seis puntas, que representa la estrella de David o Salomón, de 6.45 metros de diámetro, constituida por dos triángulos equiláteros entrelazados en los intersticios de la que figuran varios adornos de tracería calada que enmarca vidrieras polícromas. Este rosetón fue casi totalmente reconstruido en los años 1960 al haber sufrido el mal de la piedra. Como apunta Joan Fuster, esta estrella salomónica es bastante difícil de explicar en la entrada de un templo católico.[13] Se especula que, ante la falta de fondos para la construcción de la puerta, se pidió prestado dinero a los prestamistas judíos, y éstos accedieron a cambio de que figurase la estrella en el rosetón.
En el tímpano de la puerta se encuentra la imagen de Santa María, bajo la advocación de la que fue consagrada la catedral, con el niño en brazos y rodeada de ocho ángeles músicos; antes de 1599 esta imagen de la Virgen del tímpano se encontraba en el mainel, de manera muy similar a la que hay en la iglesia arciprestal de Morella.
MICALET O MIGUELETE
Desde la Puerta de los Apóstoles, si dejamos la plaza de la Virgen a nuestra derecha y nos dirigimos por la calle del Micalet, llegaremos a la torre campanario del Micalet o Miguelete, entrañable emblema sentimental para los valencianos, y probablemente el monumento más característico de la ciudad. Fue iniciado el 1381 por Andreu Julià, y para conmemorar este hecho se grabó una inscripción -casi ilegible hoy día- sobre la base de la torre que dice: "Aquest campanar fonc començat en l'any de la nativitat de nostre senyor Jesucrist MCCCLXXXI. Regnant en Aragó lo molt alt rei en Pere. Estant de bisbe en València lo molt alt en Jaume, fill de l'alt infant en Pere e cosin germà de dit rei" (Este campanario fue empezado en el año de la natividad de nuestro señor Jesucristo MCCCLXXXI. Reinando en Aragón el muy alto rey Don Pedro. Estando de obispo en Valencia el muy alto Don Jaume, hijo del alto infante Don Pere y primo hermano de dicho rey". Andreu Julià dejó la obra el 1396 y en 1402 la reanudó Josep Franch. En 1414 se hizo cargo de la obra Pere Balaguer, que es el autor de la bella decoración del último cuerpo.
El 1424 el arquitecto Martí Llobet fue el encargado de llevar a cabo el hoy desaparecido antepecho de la torre, el cual, de tracería calada gótica, fue destruido en el siglo XVIII, y sustituido por una barandilla metálica a principios del siglo XX. En 1983 se hizo uno nuevo de piedra que es el que hoy podemos ver, obra de F. Pons Sorolla, de estilo neogótico, a partir de fragmentos encontrados del antiguo. Por lo que respecta al coronamiento de la torre, hubo un proyecto de aguja gótica ideado por Antoni Dalmau en 1453, pero nunca se construyó; en su lugar se alzó una estructura provisional ' de madera para albergar y sostener las campanas, que permaneció así hasta que se construyó la espadaña barroca (1660-1736) que hoy podemos contemplar .[15] El Micalet, acabado el 1425, fue llamado inicialmente Campanar Nou (campanario nuevo), para diferenciarlo del campanario viejo, que era una modesta torre de estilo románico hoy desaparecida, que se encontraba en la calle de la Barcella (Barchilla), junto a la puerta de l'Almoina. El nombre que triunfó para designar el monumento, sin embargo, fue Torre del Micalet, por el nombre popular de la campana grande que toca las horas, y que fue bendecida el 29 de septiembre de 1418, día de San Miguel, lo cual explica el nombre cordial de Miguelete o Micalet con que los valencianos la designan.[16]
Presenta un estilo marcadamente gótico valenciano, y podría estar inspirado en la torre de la Catedral de Lérida, que es tan sólo un poco anterior y presenta una estructura y altura similares, si bien en ésta segunda sí que se alzó el remate gótico que le falta al Micalet. Está dividido en cuatro cuerpos, de los cuales sólo el de más arriba está decorado, sobre el vacío de las campanas con el trenzado ojival de unas molduras. Este prisma octogonal mide 50,85 m, que equivale a su perímetro exacto. Doscientos tres escalones de piedra, a través de una angosta escala de caracol, nos conducen al pie de la espadaña final, la cual eleva la altura de la torre a unos 70 m.[17] Desde allí se contempla una vista que, en días claros de poniente o mistral, abraza hasta el Montgó, por el sur, y hasta más allá del Desierto de las Palmas, por el norte.
Antes del 1480 estaba exento del resto de la catedral, pero gracias a la prolongación de las naves realizada por Francesc Baldomar a partir de 1458 y por Pere Comte desde 1476, quedó definitivamente unido a ella. A lo largo de su historia, el "Micalet" cumplió funciones de faro, torre de vigilancia, e incluso plataforma para castillos de fuegos artificiales. La ciudad corría a cargo de las iluminaciones que se hacían para las festividades extraordinarias.
MICALET O MIGUELETE
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